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La Buddha Tara: la Iluminación en femenino, longevidad e intrepidez

El budismo tibetano sorprende. Su rica iconografía llena las paredes de sus monasterios, da forma a impresionantes estatuas y queda plasmada en bellas pinturas. Pero, de entre todas sus figuras, una es especialmente venerada: Tara, la Liberadora.
 

Contenidos

  1. Tara fue una persona
  2. Tara es una manifestación de las cualidades de la Iluminación
  3. Tara somos nosotros mismos iluminados

 

Tara fue una persona

Hace eones, en un universo lejano, vivió una princesa llamada Yeshe Dawa. Insatisfecha con los lujos de la vida de palacio, desarrolló una gran fe en las Tres Joyas, y mediante su estudio, reflexión y práctica del Dharma generó la poderosa aspiración de liberar del sufrimiento a millones de seres. Tal fue su deseo que se comprometió a liberar a millones de seres antes de desayunar, a más millones de seres antes de almorzar y a aún más seres antes de cenar.

Debido a ello, la princesa Yeshe Dawa fue conocida como Arya Tara: Arya (‘Noble’) por haber realizado la realidad última y Tara por su actividad liberadora. Sin embargo, las autoridades religiosas del palacio le recomendaron que no se molestara tanto y que haría mejor si aspirase a renacer en forma masculina. Tara se negó, comprometiéndose a renacer siempre en forma femenina, volviendo una y otra vez al mundo en esta forma maternal para el beneficio de todos los seres, y especialmente para dar ejemplo a otras mujeres practicantes.

Todo un ejemplo de feminismo iluminado.

Tara es una manifestación de las cualidades de la Iluminación

A un nivel más profundo, Tara es la manifestación de la mente iluminada. Aunque solemos pensar en el Buddha como un ser histórico, a veces olvidamos que «Buddha» es el potencial infinito de la mente para desarrollar todas sus cualidades y erradicar todas sus limitaciones.

La Iluminación, el estado de Buddha, es inexpresable. Sin embargo, para que podamos entenderlo y aspirar a él, los buddhas se manifiestan con formas comprensibles para nosotros: con cara(s), brazos, piernas, ornamentos y diversos objetos.

Todos los buddhas son una manifestación de las mismas tres grandes cualidades de la Iluminación:

▪ Gran compasión

▪ Sabiduría trascendental

▪ Poder de dar refugio

Sin embargo, la apariencia de cada uno enfatiza un matiz de la Iluminación. Por ejemplo, Mañyushri es el Budha de la sabiduría y Avalokiteshvara el de la compasión. ¿Y Tara? Tara encarna la sabiduría iluminada que protege a los practicantes de los obstáculos: Tara Blanca elimina las enfermedades y otorga larga vida, mientras que Tara Verde elimina obstáculos y miedos.

Tara somos nosotros mismos iluminados

Cuando miramos a Tara, contemplamos el estado resultante de la práctica del Dharma. Ella es el logro de actualizar nuestro potencial de lograr la Iluminación.

Mediante las prácticas de la renuncia (el deseo de lograr una felicidad estable y genuina), la bodhichitta (la aspiración a la Iluminación para el beneficio de los seres) y la sabiduría (la realización de la naturaleza última de la realidad), cada uno de nosotros se acerca, paso a paso, al estado de Tara. 


 

(Artículo publicado originalmente en abril de 2017, y editado posteriormente).

 


 

¿Y tú? ¿Conocías ya a Tara? ¿Has recibido más enseñanzas sobre ella? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

 


 

Gerardo Montes

Gerardo Montes

Venerable Gyaltsen

El ven. Gyaltsen es monje residente en el Centro Budista Sakya donde sirve guiando meditaciones, traduciendo textos e interpretando para los maestros. En 2018 se doctoró en Psicología y hoy se forma en el idioma tibetano.