Esta vida humana —que damos por supuesta, pero que debiera maravillarnos a cada instante— es valiosa por sí misma y es, además, la mejor oportunidad para practicar el Dharma, para salir de la tiranía del condicionamiento de las aflicciones, autoaferramiento, egocentrismo y liberarnos del sufrimiento y sus causas.
Frente a nuestra actitud habitual de dar las cosas por sentado, una de las cuatro contemplaciones tradicionales para abrir la mente hacia el Dharma es meditar atentamente en la dificultad de obtener una vida humana y el tesoro que representa para «generar un profundo sentido de gratitud, alegría y responsabilidad, y no desperdiciar esta oportunidad» (Khenpo Jamyang Tenzin, Nido del Meditador, Vol. 2).
¿Consideramos nuestra vida preciosa? ¿Percibimos realmente la dimensión que la existencia alcanza en nosotros?
Te invitamos a seguir a Juan Carlos Sánchez Ceballos, mientras él reflexiona sobre estas y más preguntas acerca de la preciosa vida humana.
Este cuerpo humano es como una barca, aprovéchalo y libérate del inmenso torrente de sufrimiento. Difícilmente podrás encontrar esta barca de nuevo. ¡Ahora, insensato, no es el momento de dormir!
—Shantideva, Práctica del Bodisatva: una traducción del Bodhisatvacharyavatara, VII, 14—
1. La vida es preciosa, pero ¿vivo así?
Pero demasiadas veces estoy despistado —no atento—, atrapado en los apegos, ciego a los hábitos que me gobiernan; y son problemas comunes hoy día el desaprovechar el tiempo, el entretenerse, la pereza, evadirse de la propia vida… reflejado en el consumo irracional de contenidos superfluos, tranquilizantes, relaciones, alcohol, antidepresivos, juegos, redes…
En ocasiones no he percibido mi vida como preciosa cuando enfrentaba todo tipo de dificultades externas o internas para ser feliz. En otros momentos aprecié mucho tener éxito en algunos de los dharmas mundanos —placer, fama, ganancia y alabanza—.
En ambos casos estaba distraído, pues no es en la comodidad ni en el éxito de los caprichos o los dones donde está mi valor, sino en el potencial de mejorar como persona y hacerme más consciente de quién soy y qué es la realidad.
Si estás leyendo esto, tú también tienes la gran ‘barca’ del cuerpo humano; y las enseñanzas dicen que, así como utilizamos barcos para cruzar océanos, el renacimiento humano dotado de las ocho libertades y diez requisitos (enriquecimientos) —que iremos repasando juntos— puede ayudarnos a alcanzar la otra orilla del océano de ‘samsara’ y poner fin a renacimientos incontrolables, recurrentes, llenos de aferramiento, problemas y confusión.
¿Estoy utilizando mi vida para esto —como aconseja el gran Shantideva— o para otras cosas?
Soy afortunado por el mero hecho de estar vivo, de haberme despertado hoy, sano, con los sentidos funcionando y con la conciencia brillando.
Reconozco que pocos seres a lo largo de la historia han vivido como tengo la fortuna de vivir. Ni los reyes de la antigüedad han tenido los privilegios materiales, de información, derechos… que yo doy por hecho. Tengo para comer y dónde vivir, y no está en mi día a día la idea de tener que huir de persecuciones, hambre o guerras. En lugar de eso, estoy en un momento cumbre, con inteligencia, tiempo, recursos, energía e interés por la práctica espiritual.
Sin mis padres no hubiera sobrevivido y me han brindado amor incondicional a pesar de mis fallos y errores. Padres, maestros, parejas, amigos, familia… que me han ayudado a cada paso y me han hecho crecer y madurar.
El mero hecho de reconocer abiertamente todo el amor, paciencia, atención o sacrificios que otros me han dedicado a lo largo de la vida me hace sentir reconocimiento, agradecimiento y en deuda. Incluso los que me han “tratado mal” me han ayudado a madurar hasta el punto donde estoy, me han hecho más resiliente, señalando mis puntos débiles o erróneos.
Hoy, solo bajo determinadas condiciones óptimas y no por mucho tiempo, tengo acceso a asumir la responsabilidad de mi mente, cambiar mi actitud, mejorar, comprender y practicar el Dharma.
Cada vez que hago esta contemplación de la preciosa vida humana me estoy acercando a la puerta del Dharma, pero…
¿Hay otros factores que puedo contemplar para apreciar mi vida aún más?
2. ¿Por qué en el budismo se dice que la vida humana es difícil de obtener?
Es un proceso difícil, asombroso, insondable y extraño llegar hasta aquí, tanto que algunos científicos consideran que la vida en los universos es un período de ‘excepción’ por la improbable excepcionalidad de sus condiciones.
Y, de entre todas las clases de vida, el renacimiento humano es especialmente difícil de obtener.
a) Desde el punto de vista del número
De acuerdo con las enseñanzas, existen muchos seres en los reinos inferiores y pocos en los superiores. Mirando simplemente el número de bacterias, seres marinos, insectos o aves, contamos innumerables especies que son muchísimas más que nosotros, estaban aquí antes y estarán después. Según parece, los seres del bardo tienen más probabilidades de encarnar en otras especies antes que en seres humanos.
Y aun, de la poca proporción que nacen humanos, solo unos pocos entre ellos obtienen los requisitos previos. Y de esos pocos, algunos se interesan verdaderamente en el Dharma; y de esos, unos pocos lo valoran como lo esencial en su vida; y de esos, unos pocos…
b) Desde el punto de vista de la causa
Ya que la causa es muy excepcional, el resultado también. Sin esa condición no habrá cuerpo dotado de los requisitos, sino cuerpos en estados inferiores y más causas de sufrimiento. Y algo importante es que no tenemos ninguna garantía de encontrar otra oportunidad en el futuro, a no ser que ahora creemos las causas para ello.
Aunque trato de aumentar las acciones virtuosas y reducir las acciones destructivas, siendo honesto, veo cómo mi mente, al más mínimo descuido de mi atención, tiende a pensamientos y acciones no virtuosas —orgullo, deseo, envidia, apegos… a sensaciones, personas, intoxicantes—, lo que me hace pensar que quizá desde tiempo sin memoria estoy acumulando muchas causas para renacer en los reinos inferiores.
c) Desde el punto de vista de la naturaleza
También es difícil obtener lo contrario.
De los ocho estados intranquilos;
También es difícil conseguir una vida humana,
Es difícil también conseguir las condiciones
Favorables de libertad, y es asimismo difícil
Que aparezca un Buda (en el mundo).
— Ganda vyuha, cit. en El bello ornamento de la Triple Visión, p. 59
Cuatro estados no-humanos | Cuatro estados humanos desventajosos |
Nacer en los reinos infernales. Enfrentando un inimaginable tormento físico y/o mental (imposible dirigir la mente hacia el Dharma). | Nacer en un lugar bárbaro, incivilizado o donde está prohibida la práctica espiritual. |
Nacer como espíritu hambriento. Impedido para la práctica espiritual por el estado de hambre y sed extremas y la frustración de no poder satisfacerse. | Nacer en lugares con opiniones erróneas, como no reconocer que las virtudes sean la causa de los reinos superiores y la liberación, o no aceptar la ley del karma. |
Nacer como animal. Muchas veces devorados o maltratados, viven muchos estados de confusión-ignorancia y son incapaces de comprender el Dharma. | Nacer en una tierra donde no hay Buddhas ni Dharma disponibles. |
Nacer como dios longevo (en el cuarto dhyana del reino de la forma). Se alejan del Dharma por una vida demasiado cómoda, bella, orgullosa, lejos del malestar, por lo que casi no se ocupan del sufrimiento y la compasión. Sus únicos momentos de gran discernimiento son el nacimiento y la muerte, donde sufren enormemente grandes arrepentimientos. | Nacer como necio (cognitivamente) de modo que la capacidad para aprender o practicar las enseñanzas sea imposible. |
Condiciones internas | Condiciones externas. Nacer en un lugar en el que: |
Nacer como humanos, con una conciencia e inteligencia que nos permite apreciar, aprender, reflexionar y meditar. | Hubo un Buddha |
Nacer en un territorio donde hay practicantes y enseñanzas. Lo ideal es un lugar en el que haya los cuatro tipos de Sangha. | El Buddha dio enseñanzas. Hay que recordar que incluso Buddha dudó, tras su iluminación, sobre la imposibilidad (por pertinencia, inteligibilidad, inefabilidad) de transmitir la enseñanza. Por eso pedimos a los Buddhas que giren la rueda del Dharma. |
Tener un cuerpo y mente sanos para poder discernir y practicar. (Esto es obvio que no durará mucho tiempo). | Las enseñanzas perduran. Hay una tradición viva de mentores espirituales que mantienen las enseñanzas y sus continuos mentales en la realización del Dharma. Pueden transmitir las enseñanzas oralmente y con su ejemplo. |
Tener confianza en el Dharma. Especialmente apreciar el Vinaya (código de conducta) y el Tripitaka (conducta ética, meditación y sabiduría). | Hay practicantes genuinos que siguen las enseñanzas y nos inspiran sosteniendo el Dharma como algo realmente vivo. |
No cometer los actos abominables. Matar al padre, a la madre, a un arhat, dañar a un Buddha o provocar un cisma en la Sangha. | Hay un maestro con compasión sincera hacia nosotros. Esto es muy importante y determinante para una verdadera transmisión. |
3. La vida humana, una inestimable oportunidad
Esta oportunidad (de poseer dieciocho requisitos previos) es extremadamente difícil de alcanzar.
Y habiéndola alcanzado, hay que cumplir la meta de la gente.
Si no se consigue el beneficio, será difícil conseguir esta oportunidad en el futuro.
— Bodhicharyavatara, cit. en El bello ornamento de la Triple Visión, p. 60
Como todos, reconozco cualidades mías que puedo aprovechar para progresar en el camino: el potencial de practicar, de transformar la mente y obtener realizaciones espirituales. Esta reflexión me aleja de otras formas autodestructivas e inexactas de verme. Es un antídoto para la baja autoestima, autorreferencias negativas, excusas, pereza, etc. Si otros lo han hecho, yo también puedo, aunque aún haya mucha distancia entre mi aspiración y la realidad de mis patrones y hábitos.
Pocas veces valoro suficientemente el privilegio de tener esta posibilidad extraordinaria, libre de los ocho estados desafortunados, con todas las condiciones, y libre de demasiados lujos —esto también nos distrae—. Aprecio tener suficientes comodidades y seguridad para poder estudiar y practicar, y suficiente sufrimiento para motivarme más a ello.
Ahora siento tanto tiempo perdido en actividades fútiles y sin sentido, movido ciegamente por autoaferramiento, deseo, aversión y patrones arraigados, que demasiadas veces llevan el “barco” caprichosamente —con todo tipo de autojustificaciones y razones “intelectualoides”— entre tormentas y temporales aparentemente incontrolables, con efectos catastróficos en el barco y la tripulación.
Actualmente tengo no solo un cuerpo humano y una inteligencia apta, sino interés, tiempo, salud, recursos, maestros auténticos, sangha… Faltando alguna de las diez condiciones afortunadas estaré alejado, distraído o impedido para la práctica.
Son maravillosas la afinidad al Dharma, la auténtica enseñanza, la compasión de un maestro genuino, la sangha preciosa… maravillas que hay que cultivar y mimar. No se darán todas las circunstancias propicias juntas durante mucho tiempo.
¿No sería penoso no abrazar la gran ocasión de acabar con aflicciones y velos cognitivos, encontrar la paz, el contento y satisfacer las necesidades y deseos míos y de los demás?
Agradecido por la increíble libertad y oportunidades que se me han dado, me aseguraré de no desperdiciarlas por respeto a mí mismo y por aquellas personas menos afortunadas que yo. Me prepararé lo mejor que pueda para las vidas futuras y me esforzaré en abandonar todas las causas del sufrimiento y, en última instancia, todo lo que obstruye la verdadera libertad. Practicaré el Dharma de todo corazón y aprovecharé al máximo la oportunidad que ahora tengo. Que las Tres Joyas Preciosas me guíen en este camino.
— Khenpo Jamyang Tenzin, El Nido del Meditador, Vol. 2
Bibliografía
Berzin, Alexander. “Aprovechar la preciada vida humana” del Comentario sobre las 37 Prácticas del bodisatva, Parte I de 5. Study Buddhism. Recuperado el 13 de noviembre de 2022.
Khenpo Jamyang Tenzin. 2018. El Nido del Meditator, Volumen 2. Un manual de meditación majayana, Pedreguer: Fundación Sakya.
Ngorchen Konchog Lhundrub. 2018. El bello ornamento de la Triple Visión, Barcelona: mtm Editores SL.
Shantideva. 2008. Práctica del Bodisatva: una traducción del Bodhisatvacharyavatara, Novelda: Ediciones Dharma.
Tzenshap Serkong Rinpoche II. “La preciada vida humana y renunciar a la obsesión con esta vida” del Comentario sobre las 37 Prácticas del bodisatva – Parte 2 de 9. Study Buddhism. Recuperado el 13 de noviembre de 2022.
Tzenshap Serkong Rinpoche II. “Las razones de la dificultad de obtener un preciado renacimiento humano” del Comentario sobre Lámpara en el Camino de la Liberación – Parte 4 de 11. Study Buddhism. Recuperado el 13 de noviembre de 2022.
Reflexión
¿Estoy valorando suficientemente esta vida y las condiciones que aporta de cara a mi desarrollo espiritual?
¡Relata tu experiencia en los comentarios!
Juan Carlos Sánchez Ceballos
Compositor, letrista, guitarrista. Bajo el pseudónimo “Carlos Chaouen” ha publicado 9 discos y colaborado con distintos artistas de la canción de autor, el rock o el flamenco.
Licenciado en Psicología.
Máster en Intervención Psicoterapéutica Cognitivo-Social.
Instructor de meditación.
Estudiante de filosofía y meditación budista.
Gracias Juan un artículo muy interesante y completo
Siempre agradecida 🙏☸️💚
Gracias por este artículo, me inspira mucho.
Muchas gracias, muy interesante el artículo!
Es bueno recordar la preciosa vida humana 💕 💖
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Que sea de beneficio.
Abrazos.
Gracias Totales! Claro, conciso, real y totalmente despertador.
Gracias !
Un articulo muy inspiracional que me permite reflexionar en lo valioso de mi vida y lo importante de enfocarme en aspectos importantes
GRACIAS. REFLEXIONARÉ SOBRE ELLO DETENÍDAMENTE