El mala budista: qué tener en cuenta

Aunque a primera vista el mala pueda parecer simplemente un collar o una pulsera de varias vueltas, nada más lejos de la realidad, su historia y su simbología son tremendamente profundas. Sus raíces se remontan a la antigua India, donde surgió originalmente como una herramienta para la práctica espiritual en varias tradiciones, incluido el budismo. A medida que se utiliza, este “rosario budista” se convierte en un objeto sagrado. 

Para explorar esta guía extensa sobre su significado, uso y componentes sigue leyendo…

Contenidos

1. ¿Qué es un mala budista?
2. ¿Para qué sirve?
3. ¿Cuál es el mejor tipo de mala para tu práctica?
4. ¿Cómo se utiliza?
5. ¿Cómo se lleva y se cuida?
6. ¿Qué hacer con el mala cuando se rompe?
7. ¿Dónde adquirir un mala?
8. La bendición del mala budista
9. El valor intrínseco de nuestro mala

1. ¿Qué es un mala budista?

El término mala proviene del sánscrito y significa guirnalda. Hay diferentes tipos de malas, como los pushpamalas ―compuestos por flores― o los japamalas ―que consisten en cuentas unidas por un hilo―. Son de estos últimos de los que nos ocuparemos en este artículo y a los que nos referiremos como malas.

Un mala budista típico está formado por 108 cuentas unidas por un hilo robusto de, al menos, tres hebras para potenciar su resistencia. El número de hebras tiene un significado concreto:

▪ Tres hebras ― representan el cuerpo, la palabra y la mente del Buddha

▪ Cinco hebras ― representan a las cinco familias búdicas

▪ Nueve hebras ― representan los nueve yanas, una clasificación de los vehículos, vías o medios para recorrer el camino espiritual que se encuentran en la antigua Tradición Ñingma

Las 108 cuentas se cierran con una bola especial y mayor que las demás llamada bola líder, cuenta de Buddha o cuenta del Gurú, seguida de un pequeño cilindro que remata el rosario. 

Existen diferentes accesorios de plata y otros materiales que se colocan a las 10 o 21 cuentas para ayudarnos en el conteo de nuestra práctica. Se añade para este menester, a las 21 cuentas que van desde la bola líder hacia cada lado, una borla con diez pequeñas anillas, habitualmente de metal, llamadas contadores. Las anillas de un lado están selladas con un pequeño vajra ―que significa medios hábiles―, y las del otro con una campana ―que significa sabiduría―. Esto permite llevar un registro claro de los mantras recitados, anotando las centenas en un lado y los millares en el otro.

En las prácticas de vajrayana se contemplan también malas de 111 cuentas que incluyen tres piezas adicionales con tonos o formas distintas a las principales. 

Además, se encuentran malas más cortos, como los de muñeca, con 9 o 27 cuentas. 

2. ¿Para qué sirve?

Los rosarios budistas tienen varios propósitos.

1) Facilitar la concentración de la mente durante la meditación al contar las respiraciones. Pasar las cuentas del mala entre los dedos al ritmo de la inspiración o la espiración ayuda a calmar y enfocar la mente.

2) Llevar la cuenta del número de veces que recitamos un mantra ―sílabas o fórmulas sagradas que protegen la mente―. Japa o japam (de japamala) en sánscrito significa “susurrar” o “murmurar”. Mientras repetimos el mantra en voz baja, vamos pasando las cuentas del mala entre los dedos, cada cuenta representando un mantra.

3) Contar la acumulación de prácticas específicas como las postraciones o ciclos de respiración. Para este propósito, los malas cortos son más prácticos y cómodos. 

4) Acompañarnos en las prácticas en movimiento como el caminar consciente o la recitación silenciosa de mantras mientras nos desplazamos.

No debemos olvidar que la recitación de mantras es una práctica confidencial del mantrayana que se desarrolla de forma privada, donde lo más importante es enfocarnos en la calidad de la propia práctica.

3. ¿Cuál es el mejor tipo de mala para tu práctica?

Seleccionar qué mala adquirir puede resultar confuso debido a la amplia gama de materiales disponibles. Sin embargo, se recomiendan malas hechos de materiales específicos para distintas prácticas. La elección del material adecuado depende de la deidad a la que se dedique la práctica. En tal caso, el maestro que otorgue la iniciación nos recomendará lo más aconsejable.

Por ejemplo, se emplean malas elaborados con:

▪ Semillas de loto, semillas de árbol bodhi, oro, plata, ámbar, cuarzo citrino, bronce o cobre ― en prácticas de incremento

▪ Cristal, nácar, zafiro, madreperla, perla, semillas de loto blanco, piedra lunar, marfil ― en prácticas de pacificación

▪ Sándalo rojo, madera roja con aroma a azafrán, coral rojo, cornalina y cobre ― en prácticas del poder de atracción

▪ Rudraksha, hueso, hierro o plomo ― en rituales contundentes

Aunque los malas compuestos con piedras naturales como rubí, turquesa, amatista, berilo, ojo de tigre, ónix, cuarzo rosa y cristal de roca son populares, tradicionalmente los de semillas de bodhi o de sándalo rojo son considerados universalmente auspiciosos para todas las prácticas. 

4. ¿Cómo se utiliza?

Habitualmente, se sostiene el mala frente al corazón, entre el pulgar y el índice de la mano izquierda. Sin embargo, también se puede sostener con la mano derecha o combinar el pulgar con otros dedos, dependiendo del mantra o de la práctica específica. De nuevo, este detalle será indicado por el maestro iniciador. 

Empezamos delante de la bola líder. Con cada recitación del mantra avanzamos una cuenta. Una vez que hemos completado una vuelta y llegamos a la última cuenta, giramos el mala para comenzar de nuevo, evitando pasar por encima de la cuenta de Buddha. 

Aunque habremos recitado el mantra 108 veces en cada vuelta, son acumulados como 100, salvando así posibles errores u omisiones durante la recitación. 

En cuanto a los malas pequeños de 9 o 27 cuentas, recitando el mantra doce o cuatro vueltas, respectivamente, sumarán 108 mantras en total.

Al acabar la recitación, se ofrece la práctica al gurú presentando el mala recogido sobre la cabeza; y se reciben sus bendiciones llevándolo seguidamente a la coronilla.
 

5. ¿Cómo se lleva y se cuida?

Aunque el mala puede ser llevado en el cuello o en la muñeca con varias vueltas, es muy importante no considerarlo un accesorio de moda. 

Es aconsejable llevarlo de forma discreta, no tan visible. Lo más adecuado es meterlo en una bolsita especial que lo proteja, y tenerlo a mano para poder utilizarlo en cualquier momento, lugar o situación. 

Los grandes maestros recomiendan tener un mala público y otro privado que nadie ve, aparte del propio practicante y su gurú; al fin y al cabo, es un reflejo muy íntimo de nuestra práctica. Nuestro vínculo con este objeto llega a establecer una conexión directa con nuestra espiritualidad.

Debemos tratarlos como los objetos sagrados que son, ya que sirven como soporte para nuestra práctica. Por lo tanto:

▪ Es importante protegerlos del agua para evitar que se mojen. Por esta razón, en la mayoría de monasterios se dispone de un lugar a las puertas del cuarto de baño donde dejarlos antes de entrar.

▪ Se debe utilizar el mala exclusivamente para contar mantras.

▪ Nunca se debe colocar en el suelo ni pasar por encima de él.

▪ No se deben poner otros objetos encima del mala y, de la misma manera, no se debe poner el mala sobre los textos sagrados.

▪ Se recomienda emplear el mala solo después de que haya sido bendecido.

▪ Evitar que otras personas toquen o utilicen nuestro mala privado.

6. ¿Qué hacer con el mala cuando se rompe?

¿Alguna vez se te ha roto un mala? Este acontecimiento te brinda la oportunidad de reflexionar sobre tu camino espiritual y la naturaleza fugaz de todos los fenómenos, así como de trabajar el desapego y renovar tu compromiso con la práctica personal. 

Después, existen varias opciones para considerar qué hacer con él. Algunas son: 

▪ Reparación. Dependiendo del tipo de mala y del daño sufrido, podrías repararlo tú mismo o incluso buscar la ayuda de un artesano especializado en la elaboración y reparación de malas.

▪ Reciclaje o reutilización. Las cuentas y otros componentes se pueden reutilizar para crear un mala nuevo o para otros proyectos artísticos o espirituales.

▪ Entierro o quema. Al igual que se hace con las banderas de oración tibetanas desgastadas, se puede optar por enterrar o quemar el mala como una ofrenda simbólica.

Independientemente de la opción que elijas, es crucial abordarla con respeto y conciencia, reconociendo el significado espiritual y personal de esta herramienta sagrada que te ha acompañado en la práctica meditativa. 
 

7. ¿Dónde adquirir un mala?

Existen varias opciones para obtener un mala budista ―ya sea para ti mismo o como regalo para alguien―, y aquí te presentamos alguna de ellas:

▪ En un viaje espiritual. Adquirir un mala durante un peregrinaje puede otorgarle un significado especial.

▪ En un monasterio o centro budista. Comprarlo en su tienda no solo te brinda un objeto espiritualmente cargado, sino que también apoya la labor de la sangha monástica y el mantenimiento de la institución.

▪ De un artesano local. Considera la opción de adquirirlo de alguien local que vende sus creaciones en tiendas especializadas, festivales o eventos espirituales o en línea. Apoyarles es una manera de valorar su trabajo y contribuir a la comunidad.

Sin importar dónde decidas comprarlo, recuerda que el mala es un objeto sagrado que utilizarás en tu práctica espiritual, por lo que deberías abordar su adquisición con aprecio y atención.

8. La bendición del mala budista

Dentro del budismo tibetano se emplean diversas formas para consagrar un mala.

Un maestro espiritual cualificado puede llevar a cabo una ceremonia de consagración para bendecir no solo el mala, sino cualquier otro objeto o estatua que utilicemos para embellecer nuestro altar y nos inspire en nuestra práctica.

Durante estos rituales se recitan oraciones, se realizan actos simbólicos y se presentan ofrendas para invocar la gracia divina sobre los objetos que ―después de ello― se convierten en sagrados. Se cree que estas ceremonias transmiten la energía y sabiduría del maestro al objeto, fortaleciendo su significado espiritual y su conexión con la tradición budista.

De un modo particular, se puede purificar el mala mediante la recitación del siguiente mantra tres o siete veces antes de la práctica:

Om ruchi ramani pravardhanaya svaja

Se recoge en las manos y se frota entre ambas palmas mientras se recita el mantra. Al finalizar, se sopla sobre él.

 Además de esas prácticas formales, la intención y la devoción personal del practicante también pueden bendecir un mala. Al sostenerlo con respeto y utilizarlo con intención consciente durante la meditación y la recitación de mantras se le imbuye de energía espiritual.

De igual modo, es muy positivo ponerlo en contacto con una superficie donde algún maestro estuvo sentado o impartió enseñanzas.
 

9. El valor intrínseco de nuestro mala

A medida que vamos profundizando en la práctica, nuestro mala se va llenando de significado. Cada día se impregna con la energía que, verbal y mentalmente, creamos a través de nuestras recitaciones. Con él desarrollamos acción positiva y generamos mérito acumulando mantras, y esto en sí lo va cargando de bendiciones. Día a día reconoceremos el valor intrínseco de ese mala en nuestro camino espiritual.

¿Sirve tu mala como recordatorio de la práctica espiritual diaria? ¿De qué manera?

¿Has conseguido desarrollar un vínculo con tu mala? Describe ese vínculo.

Referencias

Beer, R. 1999. The Encyclopedia of Tibetan Symbols and Motifs, Massachusetts: Shambhala Publications, Inc.

Cornu, P. 2004. Diccionario Akal del Budismo, Traducción: F. López Martín. Madrid: Ediciones Akal. 

Fischer-Schreiber, I y Ingrid Schuhmacher, S. y Woerner, G. (eds.) 1989. The encyclopedia of Eastern philosophy and religion: Buddhism, Hinduism, Taoism, Zen. Boston: Shambhala.

Khenpo Gyaltsen. 2017. A Lamp Illuminating the Path to Liberation: An Explanation of Essential Topics for Dharma Students. Samye Translations. 

Tibetan Nuns Project. “How to use a Tibetan mala or Tibetan prayer beads”. Recuperado el 18 de marzo de 2023.

The 12th Zurmang Gharwang Rinpoche. 2013. A Garland of Advice: Special Instructions on How to Bless a Mala and General Advice for Recitation Practice. Zurmang Kagyud Buddhist Foundation.