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Cómo utilizar la simbología budista en tu práctica espiritual

Tener imágenes en un altar y hacerles ofrendas puede parecer ridículo. En primer lugar, el Buddha no es una estatua o una pintura. El Buddha tampoco necesita nada, y menos nuestras ofrendas de agua, porque está iluminado. Sin embargo, nosotros hacemos ofrendas a los buddhas para recordarnos lo que está en juego. La ofrenda es un gesto para transmitir algo. La imagen y el ritual son un lenguaje que utilizamos para comunicar nuestro estado interno. Son un vehículo para llevarnos al Buddha absoluto, la verdad última.

Necesitamos una forma para expresar lo que sentimos. Hoy en día, la divinidad está ahí afuera: el Buddha Shakyamuni, la estatua en nuestro altar, la thangka en el monasterio. Pero tenemos que recordar que la divinidad externa es un puente para descubrir que la esencia reside en nuestro corazón. Y al nivel más sublime, no hay otra cosa que la naturaleza búdica, el estado último de la conciencia.

Imagina que vas andando por la calle y te encuentras a una amiga. Hace cinco años que no la ves. ¿Qué haces? La saludas, le das un abrazo, un beso… Todos rituales sociales. Sin esos gestos no podemos comunicar el afecto que tenemos hacia esa persona. No tenemos telepatía.

«¡Espera, no te muevas! ¡Voy a mandarte mi cariño a distancia!»

Yo tardé dos años en juntar las palmas. Era como si tuviera el mismo polo de un imán en las dos manos. Imposible unirlas. Pero después comprendí, gracias a la bondad de mis maestros, que un ritual es como una taza: lo importante está en lo que tiene dentro. El recipiente es secundario, pero sin él es imposible transportar el té, o dárselo a alguien. Necesitamos un recipiente.

Todo tiene que tener una etiqueta a nivel relativo. Y eso no es malo. El daño está en aferrarse a las formas y conceptos como si tuvieran esencia absoluta. El error está en suponer que el ritual, por sí solo, tiene el poder de ayudar. Sin embargo, la intención, la visualización, la compasión, la atención y la sabiduría cargan de poder al ritual. Lo convierten en una herramienta eficaz para ayudar, sanar e iluminar.

Las formas son un medio, no un fin

El Dharma  es un vehículo para llevarnos a la iluminaciónEn el camino esotérico hay muchas formas, rituales, nombres, jerarquías y creencias. Y son buenas, siempre y cuando sepamos relacionarnos correctamente con ellas. Tenemos que recordar que son un medio, no un fin. Para llegar a la otra orilla hay que desembarcar. Experimentar el estado de Buddha requiere soltar el concepto de “Buddha”.

Hay que soltar las formas cuando estás a un paso de desembarcar, no al principio. Primero tenemos que estudiar, analizar y comprender. Más adelante tendremos una idea muy precisa sobre la verdad última, y también tendremos que soltarla para poder lograr un estado no conceptual del que, finalmente, podremos saltar para fundirnos en la no dualidad.

Nuestro altar, ofrendas y postraciones nos acercan, paso a paso, a lo absoluto. Contemplar una imagen del Buddha nos recuerda nuestro potencial de iluminarnos. Hacerle ofrendas, nuestro aprecio por sus enseñanzas. Inclinarnos ante ella, nuestro compromiso con todos los seres.

 


 

Adaptado de la sesión online de preguntas y respuestas con Lama Rinchen de diciembre de 2016.

 


 

Foto de la portada (c) Alejandro Marí Escalera

 


 

Lama Rinchen Gyaltsen

Lama Rinchen Gyaltsen

Designado directamente por la máxima autoridad de la tradición Sakya de budismo tibetano, como director de la Fundación Sakya y maestro residente del Centro Internacional de Estudios Budistas en Pedreguer, Alicante, España; el Venerable Lama Rinchen Gyaltsen, ha recibido además, el encargo directo del actual Sakya Trizin, de hacer comprensible el Dharma Budista o enseñanzas de Buda en el ámbito hispano. Lee más»

Venerable Gyaltsen

El ven. Gyaltsen es monje residente en el Centro Budista Sakya, donde sirve guiando meditaciones, traduciendo textos e interpretando para los maestros. En 2018 se doctoró en Psicología y hoy se forma en el idioma tibetano.

17 comentarios

  1. Que tan importante para mi fue leer esto…fui criada que no pidia creer en estatuas pero muy adentro de mi sentia que eran representaciones necesarias para nuestra dimension….GRACIAS GRACIAS

  2. Gracias por este artículo, particularmente me ha ayudado muchísimo a generar una motivación sincera que se pueden ir incorporando con las preciosas paramitas
    Cuando realizamos las ofrendas – practicamos generosidad
    Cuando entregamos las ofrendas hechas por nuestras manos y no por halagos -practicamos la ética
    Cuando tomamos cuidado de servir el agua al borde y colocar en los cuencos al nivel de un arroz y– practicamos la paciencia
    Cuando lo realizamos con amor, confianza, alegría porque nos ayuda cada día – practicamos el entusiasmo / diligencia
    Cuando visualizamos, manteniendo todo el cuidado de hacerlo como se debe hacer.- practicamos la concentración
    Cuando vamos comprendiendo que nos ayuda a tener motivación pura y ser mejores cada día -la sabiduría

  3. … la divinidad externa es un puente para descubrir que la esencia reside en nuestro corazón… HERMOSO, GRACIAS MUCHAS GRACIAS QUERIDO MAESTRO!

  4. Muchísimas gracias por esta publicación, a veces hago todo muy mecánico al momento de ofrendar y ahora he de proponerme mantenerme atento al significado de hacerlo.

  5. No sé… debo de encontrarme algo mal… porque al leer todo ese parlamento de nuestro querido Lama… no sé por qué… me he sentido embargado por un malestar hondo. Perdónenme yo tambien soy un pobre discípulo que trata de caminar en el dharma y respeto y amo a la shanga pero… no he encontrado ni una sola palabra que hable de amor, de compasión, de la inmensa humanidad doliente. Yo, al menos, no hubiera sido capaz de escribir o de hablar de ofrendas, postraciones etc sin sentir presentes a todos los seres humanos, sobre todo a los más pobres… No sería capaz de levantar mis brazos sintiendo a todos los seres sintientes en mi propio ser. Lo siento, Jai Ram me inclino ante el misterio que nos habita pero sin la compasión, Karuna,Metta o Maitri me siento como si en la fracción del pan no nos presidiese y empapase la caridad, la misericordia,… en las charla semencionan a veces más los ritos, las formas, los conceptos, detalles y hasta encuentro a veces un ruido de palabras que me abruman. Lo siento y si aquí no se pueden escribir más que alabanzas y felicitaciones… es que me siento mal. Luis Carlos, al hacer esas ofrendas no sientes en tus manos el dolor de toda una humanidad de 7500 millones de seres, la mayoría de los cuales padecen? Debe ser que estoy viejo y, a veces, me canso. Voy a sentarme un rato en silencio. Namasté y perdón si he ofendido a alguien.

  6. Muchas gracias por su artículo. Me aclaró algunas dudas referente al verdadero significado de realizar ofrendas. Los ejemplos han sido suficientes para entender.

  7. Agradezco la reflexión. La historia de la humanidad ha demostrado que los rituales nos han acompañado desde tiempos inmemoriales. Según mi entender, en este caso, poner nuestro altar y conocer su significado, nos ayuda a prepararnos y a entrar en sintonía con las tres joyas y lograr la armonía con todo nuestro ser para poder practicar, con mayor facilidad, las enseñanzas de Buda.

  8. Siempre agradecida 🙏💚
    Lástima que no se puede ver el vídeo del final…

  9. Estoy imprimiendo uno a uno todos los artículos, muchas gracias.

  10. Gracias por el artículo! Me ayudado a comprender la importancia del altar.

  11. Para mí ha sido muy importante ir entendiendo todo lo que significa la práctica espiritual.
    El ritual del altar me ha aclarado como hacerlo, ya que no sabía por donde empezar y que este ritual es una herramienta buena para ayudarme a sanar.
    Como dice el Lama Rinchen… Estudiaré, y analizaré las enseñanzas hasta llegar a comprenderlas e integrarlas en mi día a día.
    Gracias 🌺

  12. Es genial empezar a comprender que no es ridículo postrarse ante una figura y hablarla y orarla y ofrendarla y… como cuando éramos niños y jugábamos con muñecos llenos de sueños y los vestíamos, los dábamos de comer, les hacíamos superhéroes…
    Desde fuera se puede llegar a dentro. Gracias.

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