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El valor y la importancia de hacer retiros desde la perspectiva de una practicante budista

Hoy en día vivimos con tanta prisa, sobre todo en las grandes ciudades, que no tenemos tiempo ni de vivir ―valga la redundancia―. Con un nivel de estrés muy elevado y el cortisol por las nubes, tenemos el “complejo de conejo” de Alicia en el País de las Maravillas, que nunca tiene tiempo para nada y siempre llega tarde. Así las cosas, es hasta cierto punto normal que se hayan puesto de moda los retiros espirituales y/o de silencio que, celebrándose habitualmente en parajes naturales, ofrecen las bondades de la tranquilidad, la paz y el descanso. Y son buenas experiencias, ayudan enormemente a tomar conciencia, pero un retiro budista es mucho más que eso.
 

Contenidos

  1. Un retiro para interiorizarse
  2. Confianza, aspiración, exploración
  3. Descubrimientos 
  4. El acompañamiento de amigos espirituales
  5. Sin expectativas

 

1. Un retiro para interiorizarse

La primera cuestión importante que solventamos es tomar la decisión de hacer un retiro, que ya requiere de nuestra valentía y coraje para alejarnos conscientemente del ruido del mal llamado mundo real. Con esta decisión, además de ir contracorriente, no solo estamos soltando toda la sobreestimulación a la que estamos expuestos en nuestra vida cotidiana, sino que también estamos alejándonos de todos nuestros objetos de apego y aversión ―ya sean cosas, personas, mascotas, relaciones, trabajos, hobbies…― que, automáticamente, dejan de tener tanto poder o influencia directa sobre nosotros. 
 

2. Confianza, aspiración, exploración

Al principio, puede ser una situación extraña, incomprensible, hasta incómoda, incluso puede que sintamos la necesidad de salir corriendo. Por eso es tan importante la presencia del maestro que nos mostrará el camino que él ya ha recorrido y nos ayudará a tener paciencia, a abrir nuestro corazón y a buscar la profunda conexión con nosotros mismos y con él. Si permitimos que él dirija nuestros pasos, no nos arrepentiremos.

Después, con esta guía precisa del maestro, desarrollamos una aspiración lo más pura que podamos, viajamos hacia dentro y entramos en un espacio interno, no nuevo, pero sí insuficientemente explorado por nosotros mismos. Con flexibilidad y disciplina, con la apertura de la meditación ―en una práctica de laboratorio controlada y protegida― se alivia el ruido en nuestra mente, tenemos más claridad, nos habla el corazón, conectamos con nuestra ternura y, muy importante, se reduce el miedo.

Así nos preparamos para explorar una nueva realidad, para escudriñar quiénes somos realmente, esencialmente, y cuál es nuestra relación con el entorno que nos rodea y, en definitiva, con el mundo.


 

3. Descubrimientos

Las enseñanzas del Dharma tienen un gran poder, pero si no las practicamos adecuadamente, ese poder se quedará en un mero potencial que no se desarrollará ―como dicen todos los grandes maestros―. En palabras del ven. Lama Rinchen:

El retiro es la etapa de nuestro desarrollo espiritual donde ponemos en práctica lo aprendido

Mientras estamos meditando, recitando sadhanas, acumulando mantras, haciendo ofrendas, participando en rituales o, simplemente, comiendo estamos enfocados en la iluminación… y eso ocupa casi todas las horas del día. También dice nuestro apreciado Lama que: «No hay manera de generar acceso a lo sublime si no has trabajado antes en lo relativo; y el retiro es esa oportunidad preciosa de hacerlo en una dimensión de espacio-tiempo controlada, donde armonizamos nuestra existencia relativa con la realidad última» casi a tiempo completo.

Y, a partir de ahí, trabajando cada día la humildad de no saber, la flexibilidad, la disciplina, la atención vigilante y la atención plena ―la recolección― aparecen en pantalla las películas mentales que nos construimos, nuestros demonios particulares, sean los que sean.

De nuevo, el maestro, con su presencia, nos ayuda a “sostener” lo que surge y vemos que eso es un avance… Y los demonios vuelven a aparecer… y volvemos a “sostener” y a avanzar… Y descubrimos que cada vez se “sutilizan” más, y seguimos avanzando… Y no hay más, ni menos tampoco.

De alguna manera, en este proceso integramos que no estamos “viviendo” la realidad, sino que “la pensamos”; y nos hacemos muy conscientes de que estamos “por encima” de nuestros pensamientos, que no nos dominan, que simplemente vienen y van. Con ello experimentamos que tenemos voz y voto en toda esta película, dejamos de tener miedo y, en definitiva, desarrollamos confianza en que podemos domar la mente… El conocimiento aflora, la realidad espiritual avanza dentro de nosotros, poco a poco. 

En un retiro damos un gran salto en relación a todo esto: se avanza mucho más respecto a lo que podríamos conseguir en nuestro limitado tiempo de práctica diaria. Y también hay que decir que muchas veces no nos damos cuenta del impacto durante el propio retiro, sino determinado tiempo después de completarlo.
 

4. El acompañamiento de amigos espirituales

Todos nuestros compañeros retirantes están trabajando en lo mismo que nosotros, y en el mismo espacio y tiempo. Eso, dependiendo de lo que dure el retiro, genera una energía grupal que potencia nuestro desarrollo individual y conjunto. En esta hermandad especial nos reconocemos a nosotros mismos en los demás, nos sostenemos, nos apoyamos de forma invisible unos a otros y, por instantes, caen las barreras del ego. Cada uno trabaja en sí mismo, pero, a la vez, “todos somos uno”, “vamos todos a una”, y puede que entremos, in situ y por breves momentos, en ese estado de conciencia trascendental.

Cuando ya tenemos cierta experiencia, y es oportuno, podemos hacer retiros en soledad, que pueden ser también más largos o más cortos. Pero los retiros organizados de los que estamos hablando aquí, además de las ventajas de tener toda la logística resuelta ―cuestión que no es de ninguna manera baladí― y de la inestimable presencia del maestro, tienen la ventaja de la fuerza de los amigos espirituales.


 

5. Sin expectativas

Estas experiencias de principiante que puedo compartir, no son más que el rápido aperitivo para los retirantes veteranos que, si las leen, seguramente esbozarán una sonrisa comprensiva recordando aquellos inicios. 

De todas formas, incluso si hemos hecho retiros en otras ocasiones, cada experiencia es distinta de las demás… así que, lo mejor es no tener expectativas concretas, ya que lo que sea que pensemos que va a suceder, probablemente, no ocurrirá.

En retiro, precisamente, aprendemos a dejarnos llevar, a poner todo lo que podemos de nuestra parte, aquí y ahora, y a confiar en lo que está por venir. Nos preparamos para aceptar lo que surja. Nos habituamos a la apertura de la meditación: si nada ocurre, está bien; si todo ocurre, eso también está bien.

No quería terminar estas líneas sin compartir con vosotros un regalo de una hermana vajra que, con una frase de nuestro venerable y querido Lama Rinchen, me ayudó mucho en un retiro y me sigue ayudando cuando la miro cada día. ¡Ojalá os inspire tanto o más que a mí!

 


 

En soledad, con otros practicantes o bajo el refugio del monasterio, ¡anímate a probar! Es una experiencia única acercarte a ti mismo. En nuestra web tienes algún curso gratuito Retiro en casa donde se guía un retiro.

 


 

¿Has hecho algún retiro de varios días en grupo?

¿Cuál era tu motivación? ¿Qué impacto tuvo en tu vida? 

¡Relata tu experiencia en los comentarios!

 


 

Picture of María del Lluch González Vergara

María del Lluch González Vergara

Licenciada en Derecho (UAM) con máster en Dirección de Empresas (MBA, ESADE). Ha trabajado durante más de 20 años en multinacionales con diferentes cargos directivos a nivel nacional e internacional. Desde hace más de 10 años ejerce de coach y terapeuta.

María del Lluch González Vergara

Licenciada en Derecho (UAM) con máster en Dirección de Empresas (MBA, ESADE). Ha trabajado durante más de 20 años en empresas multinacionales con diferentes cargos directivos a nivel nacional e internacional. Desde hace más de 10 años ejerce de coach y terapeuta.

10 comentarios

  1. ¡¡¡ Gracias Maria !!! Voy a pensar y escribir un comentario sobre mi experiencia en los Retiros en grupo y sobre el impacto que tuvieron en mi vida y los relato aqui.Feliz dia 🙂

  2. Te pongo voz , para completar este regalo de articulo , a tu preciso y precioso testimonio .
    Gracias María
    Rous

  3. Que precioso Maria!! Me ha encantado. Un super mega Dharma-abrazo. Kunga

  4. Muchas gracias! me ha dado fuerza y motivación para hacer retiros en soledad en mi casa.

  5. Gracias María. Tus palabras me amiman a hacer mi primer retiro. Fuiste mi tutora en EMI 4. Me encantó el entusiasmo con que asegurabas que no hay alternativa al camino espiritual. Gracias por ayudarme a seguir en él.

  6. Apreciados amigos,amigas me gustaría hacer un retiro en casa me podrían guiar para hacerlo realidad los amo mucho gracias por existir

  7. Queridos amig@s,

    muchísimas gracias a tod@s y cada un@ de vosotr@s por vuestras amables palabras. Me alegra que el artículo os haya sido útil y que os sirva para animaros a hacer algún retiro y disfrutar de sus beneficios.

    Como dice nuestra venerable y querida Kunga: un super mega Dharma- abrazo,

    maria

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