4 claves para separarse de los apegos y despertar tu potencial natural

De una manera u otra, todos somos esclavos del ego. Parece que haríamos cualquier cosa para preservarlo, protegerlo y complacerlo. Y, curiosamente, una de las formas de hacer esto es a través del aferramiento. El apego —que en el budismo se representa por el gallo— es una palabra aparentemente inocua, pero, en realidad, es uno de los tres venenos mentales o causas de nuestro sufrimiento. 

Como sinceros practicantes del Dharma, nuestro objetivo es desintoxicar nuestras relaciones de todo lo que nos rodea, ablandando y, finalmente, dejando de aferrarnos a ello. Y así podremos entrenar mejor la mente.

Gracias a un linaje ininterrumpido de maestros, hoy día tenemos cuatro claves esenciales que condensan una inmensa sabiduría. Nos ayudan a llegar a la raíz de nuestros apegos y a liberarnos de ellos. ¿Quieres saber cuáles son?

Te invitamos a seguir leyendo…

Contenidos

1. El contexto de esta instrucción
   1. El autor, el primer Sakya Trizin
   2. La enseñanza: una inmensa sabiduría condensada
   3. Cómo analizar el texto
      1. Desde tres dimensiones
      2. En tres partes
2. Primera clave. Desapegarse de lo mundano
3. Segunda clave. Soltar la cadena perpetua del sufrimiento
4. Tercera clave. Volcarse por completo al beneficio de los demás
5. Cuarta clave. Re-concebir la realidad
6. La quintaesencia de las enseñanzas del Buddha

1. El contexto de esta instrucción

a. El autor, el primer Sakya Trizin

Separarse de los Cuatro Apegos es un texto fundacional de la Tradición Sakya en cuatro versos. Lo escribió Sachen Kunga Ñingpo (1092-1158) —el primero de los cinco fundadores— después de tener una visión pura de Mañyushri —la manifestación de sabiduría del Buddha— que fue quien le dio estas enseñanzas. 

La práctica contenida en estos cuatro versos dio una gran sabiduría a Sachen Kunga Ñingpo, y se lo transmitió a sus hijos —Sonam Tsemo (1142-1182) y Yetsun Drakpa Gyaltsen (1141-1216)—. Desde entonces ha ido pasando de un maestro al siguiente hasta llegar a nuestros días.

b. La enseñanza: una inmensa sabiduría condensada

El texto se engloba dentro de la familia del entrenamiento mental (lojong) porque nos guía en cómo debemos mejorar la mente y nuestros patrones de pensamiento para acercarnos a la liberación. 

Los cuatro versos que contiene son:

1. Si estás apegado a esta vida, no eres un practicante espiritual.
2. Si estás apegado a los tres reinos (samsara), no tienes renuncia. 
3. Si estás apegado a tu propio beneficio, no tienes bodhichitta. 
4. Si surge el aferramiento, no tienes la visión.

c. Cómo analizar el texto

Vemos que estos versos, aparentemente, nos están indicando ideas muy directas y sencillas, pero todas las enseñanzas de los Sutras están contenidas en ellos. 

i. Desde tres dimensiones

Primero, podemos entenderlos desde estas tres dimensiones:

▪ Tiempo: los dos primeros versos nos hablan de esta existencia y de las siguientes.

▪ Personas: el tercer verso incide en nuestro propio interés en la práctica, es decir, basándose en qué objetivo practicamos: para la liberación personal o para la de todos los seres.

▪ Comprensión de la realidad: el cuarto verso nos enfatiza la importancia de la comprensión del mundo —de cómo funciona, cómo nos relacionamos con él y con los otros seres y de cómo, para poder liberarnos, necesitamos comprenderlo desde una visión no mundana—.

ii. En tres partes

El conjunto de estas enseñanzas se puede separar en la parte preliminar, la parte principal y la conclusión —que se sella con la dedicación de méritos—. Cada una de estas partes es igualmente importante.

Los preliminares: Refugio y Bodhichitta

La parte preliminar consta de dos pasos. El primero es la toma de refugio en las Tres Joyas —el Buddha, el Dharma y la Sangha—. Sin ella no podemos entrar en ninguna enseñanza porque no dispondremos de la actitud mental correcta. Nos permite cambiar del camino incorrecto al correcto y nos coloca en la disposición adecuada para recibir enseñanzas y practicarlas. 

El segundo paso preliminar es crear el pensamiento de la mente de la iluminación —bodhichitta—. Es lo que nos capacita para buscar la iluminación completa con la motivación de que el objetivo final de nuestro camino es la liberación de todos los seres. Sin ella nos quedamos atrapados en un objetivo parcial que, dependiendo de nuestras condiciones, nos hará progresar más lentamente o incluso nos bloqueará. 

Después de los preliminares tenemos la parte principal del texto que se desarrolla a continuación. 
 

2. Primera clave. Desapegarse de lo mundano

Si estás apegado a esta vida, no eres un practicante espiritual

Este verso enfatiza la práctica del Dharma, pero ¿qué es practicar Dharma? Dicho de otra manera, ¿cómo podemos practicar Dharma correctamente? 

La respuesta es directa: con la renuncia a todos los ocho dharmas mundanos —objetivos mundanos que nos atan a esta existencia—. Divididos en parejas de elementos opuestos que perseguimos/rechazamos, incluso inconscientemente: 

1) Placer — Dolor

2) Fama — Anonimato

3) Alabanza — Crítica

4) Ganancia — Pérdida

La renuncia debe estar basada en una conducta moral correcta que tiene que estar apoyada por el estudio, la reflexión y la meditación. El desapego a esta vida lo conseguimos reflexionando y meditando sobre dos aspectos: el reconocimiento de la oportunidad rara y preciosa de que tenemos una vida que nos permite las condiciones para la práctica y, al mismo tiempo, al ser conscientes de que estas condiciones no van a durar indefinidamente, meditar sobre la muerte y la impermanencia.
 

3. Segunda clave. Soltar la cadena perpetua del sufrimiento

Si estás apegado a los tres reinos, no tienes renuncia

Aquí se explica que la renuncia tiene que extenderse no solo a esta vida, sino a las siguientes. Aunque estemos libres del apego a los ocho dharmas mundanos, podemos tener todavía apego a la existencia dentro de samsara, es decir, que nuestra motivación esté contaminada por el beneficio en otras vidas futuras.

Para superar este apego debemos reflexionar y meditar en que samsara es sufrimiento, y que este es una consecuencia indirecta de nuestras acciones negativas. Estas, a su vez, están basadas en una motivación equivocada. La cadena de sufrimiento-acciones negativas-motivación equivocada hace que sigamos renaciendo en samsara, perpetuando este dolor.

Por lo tanto, la enseñanza señala que generar desinterés o desapego es clave para parar esta rueda de acciones que, motivadas por el sufrimiento —o el intento fútil de huir de él—, nos lleva otra vez a más acciones que, a su vez, producen más sufrimiento.

Así, cuando hablamos de renuncia a samsara nos podemos preguntar: ¿renuncia a qué? A realizar acciones no virtuosas. Si somos conscientes de que las acciones negativas nos llevan a perpetuar el dolor y a continuar en el ciclo de renacimiento-muerte, esto hará que nos alejemos de ellas y no las repitamos. 
 

4. Tercera clave. Volcarse por completo al beneficio de los demás

Si estás apegado a tu propio beneficio, no tienes bodhichitta

Esta parte nos hace reflexionar sobre la cuestión de que, aunque practiquemos el desapego  a samsara y obtengamos la liberación personal y el gozo, ¿qué utilidad hay en esto?, ¿dejaremos atrás, atrapados en el sufrimiento del ciclo de renacimientos, al resto de los seres sintientes que han sido nuestras madres? 

Así, debemos examinar con mucho cuidado la motivación por la que deseamos obtener la liberación. En este punto, el altruismo es clave para poder liberarnos completamente. Tal como dice Shantideva en el Bodhisattvacharyavatara, la actitud de los bodhisattvas es buscar el beneficio de los demás por encima del propio, mientras que la de las mentes inmaduras es buscar su propio beneficio. 

De esta manera, entramos en el budismo por la toma de refugio, pero, como consecuencia de estar bajo la protección de las Tres Joyas, debemos desarrollar un buen corazón, una mente que tenga amor y compasión. Mediante el cultivo de estas dos cualidades, desarrollaremos una motivación altruista que nos llevará finalmente a la bodhichitta, el pensamiento de la iluminación. Una vez tengamos afianzado este pensamiento, esta profunda intención nos dará una paciencia sorprendente, que no habíamos tenido nunca. La bodhichitta aporta una fuerza y un coraje increíble nacidos de este deseo de liberar a todos los seres del sufrimiento. 
 

5. Cuarta clave. Re-concebir la realidad

Si surge el aferramiento, no tienes la visión

Aquí, con la visión se refiere a cómo entendemos y percibimos el mundo. 

Por ejemplo, si nuestra visión del mundo es que todos los seres que nos rodean buscan solo su beneficio, sin importarles el daño que hacen a los demás, siempre veremos acciones agresivas y negativas a nuestro alrededor y esto condicionará nuestro comportamiento.

Sin embargo, si cambiamos nuestra manera de interpretar lo que hacen los demás viéndolo como una consecuencia de su falta de habilidad para gestionar unas condiciones que les superan, entonces nuestra reacción será diferente. 

Pero podemos ir un paso más allá y preguntarnos: si nuestras acciones dependen de cómo interpretemos la realidad, entonces ¿no hay una realidad objetiva? Veremos que todo es una interpretación subjetiva y que, por tanto, todo lo que experimentamos y sentimos es un producto de la mente, es como un sueño.

Llegar a este punto ya es un avance muy importante, pero no es suficiente. Debemos tener en cuenta que incluso la mente depende de causas y condiciones, y según la posición filosófica Madhyamaka, la mente tampoco tiene existencia inherente. Esto nos lleva a ver que lo que llamamos ser/ego solo es un producto de factores externos e internos que se combinan para crear la ilusión de que hay algo como la mente, pero, de hecho, esto tampoco tiene ninguna sustancia o existencia permanente. La consciencia fundamental sobre la que emerge la mente —y, en consecuencia, el ego— es inefable, no se puede conceptualizar.

Llegados a este punto, las referencias de sujeto —yo—, objeto —él o lo otro— y medio por el que se relacionan objeto y sujeto, en realidad apuntan a algo que va más allá de lo clasificable, lo conceptual o lo dual, que solo se puede experimentar, pero no pensar, y que tenemos tan cerca que no lo vemos. 

Para poder experimentar estos estados no conceptuales y llegar al estado no-dual tenemos que entrenar la mente en la práctica de la meditación en calma mental —shamatha— y en visión penetrante —vipassana—. La calma mental apacigua los estados aflictivos y nos da una concentración focalizada, esencial para poder entrar en la práctica de la meditación vipassana en la que exploramos los fenómenos, aquello que lo experimenta —la mente— y su naturaleza —que, en su aspecto absoluto, es inefable—.
 

6. La quintaesencia de las enseñanzas del Buddha

En Separarse de los cuatro apegos está recogida toda la sabiduría del paramitayana basada en sus tres pilares: renuncia, bodhichitta y vacuidad. En las dos primeras líneas tenemos los dos niveles de renuncia: a las metas mundanas —u ocho dharmas mundanos— y a samsara. En la tercera línea tenemos bodhichitta, mientras que la cuarta se refiere a la visión pura o vacuidad.

 Estas valiosas enseñanzas nos aportan pues una metodología de entrenamiento mental: de lo más concreto a lo más abstracto, de lo más básico a lo más sutil. En este sentido, el texto abarca toda la esencia del Dharma, desde la parte preliminar con refugio y bodhichitta, hasta la parte final —cuarto verso— en la que se incide en la meditación en calma mental y en la visión penetrante con el fin de llegar a estados espirituales que nos ayuden a avanzar hacia la liberación.

Este compendio de enseñanzas es fundamental en la Tradición Sakya porque, tal como hemos visto, comprende todos los aspectos principales de los Sutras y, además, nos aporta metodologías y técnicas para el estudio, reflexión y meditación.

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Referencias

S. S. el 41.º Sakya Trizin. 1999. Parting from The Four Attachments. Shang Shung Publications. 

Chogye Trichen Rimpoché. 2023. 2.ª ed. Separarse de los Cuatro Apegos. Ed. Dharma.

¿Qué es para ti la renuncia? 

¿Cómo crees que debe ser la práctica espiritual?

¿Qué piensas del apego?

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