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Los maestros —por su gran bondad y de manera incansable— siguen proporcionándonos enseñanzas y prácticas para emprender y avanzar en el camino. Sin embargo, si realmente queremos reorientar nuestro objetivo en la vida —de uno externo, material y mundano, hacia uno espiritual—, la responsabilidad de captar, comprender e implementar el mensaje de estas enseñanzas recae sobre nuestros hombros.

Un método muy eficaz de volver la mente hacia el Dharma e impulsar nuestra práctica es hacer las cuatro reflexiones virtuosas —el sufrimiento del que está lleno el samsara, la dificultad de obtener un precioso renacimiento humano, la impermanencia de la vida y la ley del karma—.

Te invitamos a acompañar a nuestra hermana de la sangha mientras ella reflexiona en el karma antes de empezar su práctica meditativa diaria.
 

Contenidos

  1. Y, ¿cómo se manifiesta el karma, en realidad? 
  2. ¿Qué pasa en el momento de la muerte? ¿Hay vida después? 
  3. ¿Qué es karma positivo y qué es karma negativo? 
  4. ¿Cómo el karma, siendo algo relativo, me acerca a la verdad absoluta?

 
Abro los ojos. Es noche cerrada y hace un poco de frío. Escucho la lluvia repiqueteando suave y rítmicamente en el cristal de las ventanas. Suena el despertador. Son las cinco y media de la mañana. Me giro para apagar el reloj y me levanto. No me doy tiempo a pensar lo calentita que estoy en la cama y cómo me gustaría quedarme solo cinco minutos más. Demasiado bien sé que esos cinco minutos se convierten fácilmente en media hora, una hora o incluso más… depende…

Me lavo la cara para despejarme, dispongo el altar y me siento en el cojín de meditación envuelta en la suave y pequeña mantita que dejé preparada la noche anterior…

Adopto la postura meditativa y desarrollo presencia hasta que estoy atenta y tranquila. Visualizo que me encuentro en un lugar perfecto, que este mismo instante es el momento perfecto para practicar una enseñanza perfecta transmitida por un maestro perfecto y que todos los seres que me rodean son buddhas. 

Hago varias respiraciones profundas y, con la máxima devoción de la que soy capaz, me refugio en el Buddha, el Dharma y la Sangha. Infusiono mi mente con bodhichitta, me abro a los cuatro pensamientos inconmensurables y, sin más preámbulos, reflexiono sobre una de las cuatro contemplaciones que ayudan a transformar la mente: hoy, el karma. Un tema tan vasto y a la vez tan profundo que pienso que… ¡no sé ni por dónde empezar!

Me lo pongo fácil y comienzo por lo que tengo más claro, causa y efecto: karma es el resultado de acciones pasadas. La ley del karma expresa que el resultado siempre viene de causas y condiciones. El mundo en el que vivimos, el llamado samsara, depende de causas y condiciones kármicas, no del azar o de la suerte.
 

1. Y, ¿cómo se manifiesta el karma, en realidad? 

Aparece como acontecimientos en mi vida que me llevan a experimentar un estado mental que yo inicié con mis actos volitivos del pasado. Aquí surgen las primeras preguntas: 

El karma ¿es algo externo (fenómenos) o interno (un estado mental)? 

¿Es la energía que me lleva a ese estado mental?

¿Es un patrón de conducta?

¿Es un residuo energético de acciones pasadas?

El karma ¿es todas esas cosas al mismo tiempo?

Me quedo un rato en silencio y sigo investigando… 

Enseguida aparece la variable del tiempo que transcurre entre la causa y el efecto. ¿Es corto?, ¿es largo?  Se sabe que el tiempo puede ser aparentemente una cosa u otra; todo depende del observador, de las circunstancias… 

¡El tiempo es algo tan vago, tan difícil de aprehender y, por otro lado, tan real, tan… palpable! A veces el resultado del karma se da en esta vida, a veces en la siguiente, a veces muchas vidas después. 

Es un proceso continuo y puede ser muy largo…

Inevitablemente he llegado al tema de la reencarnación.
 

2. ¿Qué pasa en el momento de la muerte? ¿Hay vida después?

Para los budistas la muerte no es un agujero negro donde todo se acaba. El karma explica lo que pasa tras ella. La muerte no es muerte, es simplemente cambiar tu cuerpo, tu estado mental hacia otra posibilidad, hacia otra vida. Es una transición. Todo cambia y, simultáneamente, hay una continuidad: el llamado continuo mental. 

Silencio…

Todos los maestros budistas insisten en que el karma no es destino y tampoco es libre albedrío. El karma es las dos cosas y ninguna. 

Silencio…

Contemplo eso y puedo reconocer en mí misma el condicionamiento y los arraigados patrones de conducta que me llevan a “reaccionar” de manera preconcebida y sin discernimiento. Y, a la vez, ese pequeño espacio que surge donde puedo intervenir y “cambiar el patrón” dejando de reaccionar impulsivamente. 

Reflexiono sobre las palabras del Lama Rinchen Gyaltsen:

Si comprendemos el karma correctamente, descubrimos que el futuro está en la palma de nuestras manos. Por muy difícil que esté la situación presente, todo surge de causas y condiciones y si nosotros quitamos o reducimos las condiciones negativas, y agregamos o creamos condiciones fortuitas, positivas, acciones positivas, eso sí o sí nos va a mejorar, va a mejorar nuestra vida y va a atraer a nuestra vida oportunidad. ¡Eso es tan importante!

Sigo el hilo de la enseñanza, condiciones negativas, positivas, acciones negativas, positivas… y me pregunto: 
 

3. ¿Qué es karma positivo y qué es karma negativo?

Esas circunstancias, esa energía, esos estados etiquetados como karma, ¿me impulsan en mi desarrollo espiritual o no?, ¿benefician a otros o no?, ¿me acercan a la verdad o no? 

Me vuelvo a quedar en silencio porque internamente sé que no me resulta fácil discernir, y soy plenamente consciente de que muchas veces juzgo el buen y el mal karma a la ligera, sin sabiduría, en función de lo que me resulta agradable, ético o moral.

Más silencio…

Adentrándome en el camino abierto, comprendo que buen karma significa mérito; moralidad y ética son secundarias en el budismo.

Recuerdo el ejemplo que ponen los maestros: si sabiduría, compasión y moralidad fueran juntas en un coche, sabiduría sería la conductora, compasión la copiloto y moralidad iría en el maletero. El Dharma es la quintaesencia de la no-dualidad; ética y moralidad son dualistas (hacer lo correcto o lo incorrecto). La sabiduría tiene que estar por encima de eso. 

Entonces, ¿cómo decidir?, ¿qué es karma positivo y qué es karma negativo? Y aparece en mi mente como un pensamiento radiante la preciosa y sublime bodhichitta. Si tengo bodhichitta voy a crear karma positivo que me acercará a la verdad última. Escucho durante unos momentos el eco de esas palabras en mi mente: karma positivo beneficia a los demás, resultado felicidad; karma negativo daña a los demás, resultado sufrimiento. 

Sigo profundizando, tampoco se trata de coleccionar buen karma y librarme del mal karma. Se trata de ir más allá, de “liberarme del karma”. Porque el karma es relativo, no absoluto, es una ilusión muy poderosa, como el sueño en el que vivo. Aunque no está sucediendo realmente, tiene un impacto real. Porque mi mal hábito de verlo como real lo empodera y, con ello, tiene efecto en el mundo.

Más silencio…

El karma es difícil de entender, especialmente en el budismo, porque la verdadera razón por la que existe una enseñanza llamada “karma” es porque los budistas quieren que entiendas shunyata (vacuidad). Esa es la única razón por la que hay una enseñanza sobre el karma. Nada más. No hay otra 

— Dzongsar Khyentse Rinpoché

Como nos enseña Lama Rinchen Gyaltsen hay tres formas de acercarnos a la sabiduría trascendental. El karma es una de ellas, la impermanencia y los doce eslabones de la originación interdependiente son las otras dos. Y las tres están relacionadas: 

Cuando debido a nuestro karma afrontamos un problema, déjalo ir. Lo que sea que ocurra es “impermanente”, nuestra vida es como las olas en el océano, como la bolsa de valores, sube y baja. Que la vida tenga altibajos está bien, hay que aceptarlos, pero no hay que darse por vencidos. “Dejarlo ir” no es lo mismo que “darse por vencido”. Todavía tenemos nuestras capacidades, conocimientos, amor, compasión, sabiduría… hagamos todo lo posible para buscar una solución y resolver el problema. No te des por vencido 

— Mingyur Rinpoché

El karma también es el poder de la conexión interdependiente.

Entendiendo el karma —las reglas del juego—, entiendes que nada es independiente ni existe verdaderamente de forma inherente 

— Lama Rinchen Gyaltsen

¿Hacia dónde me dirigen estos maestros? 
 

4. ¿Cómo el karma, siendo algo relativo, me acerca a la verdad absoluta? 

Todos enseñan que lo absoluto y lo relativo no son realidades diferentes —que son dos caras de una misma moneda— y que tampoco son dos experiencias distintas de una misma realidad, sino que son dos niveles de realidad simultáneamente verdaderos. 

He podido percibir que cuando en algún brevísimo instante consigo dejar caer el filtro conceptual que tengo sobre mi experiencia de vida, aprecio la dimensión absoluta de la realidad. Y eso no es algo lejano y complicado que tengo que trabajar desde un estado espiritual “muy elevado”, sino algo sencillo que siempre está ahí, y a lo que despierto cuando dejo de estar tan ocupada pensando y cuidándome a mí misma.

Pero esa brevísima experiencia del aspecto absoluto de la realidad pasa; y no me ha transformado en una santa, sino que vuelvo directamente a la realidad relativa. Y entiendo que aquí es donde entra en juego el karma en el sentido que enseñan los maestros.

Porque ahora soy un poco más consciente y presto atención a mis actos y a sus consecuencias, me esfuerzo en minimizar el sufrimiento que causan mis acciones negativas y en maximizar la sabiduría—la verdadera felicidad y la compasión por mí misma y los demás— con las acciones positivas.

Comprender verdaderamente el karma implica cambios importantes y urgentes en mi práctica fuera del cojín y me hago una lista mental:

  • cambiar hábitos
  • aprender a cuidar y proteger a los demás 
  • asumir la responsabilidad de mi comportamiento y 
  • cultivar la intención de hacerlo mejor, observando cuidadosamente el proceso de causa y efecto para, poco a poco, comprenderlo

Toda acción volitiva, todo lo que pasa por tu mente, todo lo que tú produces, todas las ideas que tú tienes, todo lo que dices, todo lo que haces… eso te marca, eso te define, y eso va creando tu futuro y atrayendo oportunidades y personas. Es muy importante descubrir que nada se desperdicia, cada instante es valioso. Estar constantemente nutriéndose espiritualmente, cultivando… ¿a qué atiendo?, ¿qué pienso? Estar eligiendo la realidad que habito, estar eligiendo la cualidad que aflora en mí. Porque si no somos selectivos, si no alimentamos la parte buena, las cualidades… entonces, las malas hierbas crecen por sí solas nutridas por las costumbres negativas y la toxicidad de nuestro entorno. Por tanto, es muy importante elegir en nuestra vida; cada instante, cada momento es sumamente valioso 

— Lama Rinchen Gyaltsen

De alguna manera interiorizo que, minuto a minuto, estoy creando karma, y que hacerme consciente de ello me ayuda a poner el aspecto relativo de la vida en armonía con el aspecto absoluto.

Hasta que obtenga una comprensión directa de la realidad, de la verdad absoluta, así como de que lo relativo y lo absoluto no son dos cosas separadas, la práctica es «fingir hasta que lo logre»: actuar tanto como pueda como un buddha, tener en mente la imagen del maestro y conectar con él para que me ayude desde la distancia (que no existe), poniendo una y otra vez de mi parte todo el esfuerzo que sea necesario para ello.

Me repito a mí misma que, de esta manera, pongo las cosas en orden para que sea más probable comprender las enseñanzas, para integrarlas y poder manifestar lo que aprendo… y para conseguir que esta vida sea más pacífica, con la mente y el corazón más abiertos.

No sé cuánto tiempo llevo reflexionando. Repentinamente, noto que la luz afuera ha cambiado. Empieza a despuntar la aurora. Está a punto de amanecer. Bebo algo de agua y me estiro un poco. Ajusto mi postura y me dispongo a empezar mi práctica para que el nuevo día me encuentre meditando… y creando karma positivo.
 


 

Si te animas a profundizar en estas preguntas y más sobre el karma, te invitamos a explorar dos cursos en línea de Lama Rinchen Gyaltsen:

Cómo Funciona el Karma

y

Karma 2.0

Son gratuitos y para todos los niveles.

 


 

Y para ti, ¿qué es el karma?

¿Te ha ayudado a volver la mente hacia tu práctica espiritual la contemplación de los distintos aspectos del karma? ¿Cómo?

¡Cuéntanoslo en los comentarios!

 


 

María del Lluch González Vergara

María del Lluch González Vergara

Licenciada en Derecho (UAM) con máster en Dirección de Empresas (MBA, ESADE). Ha trabajado durante más de 20 años en multinacionales con diferentes cargos directivos a nivel nacional e internacional. Desde hace más de 10 años ejerce de coach y terapeuta.

María del Lluch González Vergara

Licenciada en Derecho (UAM) con máster en Dirección de Empresas (MBA, ESADE). Ha trabajado durante más de 20 años en empresas multinacionales con diferentes cargos directivos a nivel nacional e internacional. Desde hace más de 10 años ejerce de coach y terapeuta.

15 comentarios

  1. Gracias por compartir tus reflexiones tan profundas e intimas y a la vez tan cercanas a mi corazón. He tenido que releer varias veces tramos porque es verdaderamente profunda tu reflexión sobre el Karma y por momentos me abrumo porque me parece sentir una gran confusión y tras respirar parece que poco a poco todo cobra un pequeño sentido, un pasito en el camino. Sin darme cuenta empiezo a ver cómo a mi alrededor cada día me surgen aprendizajes que me ayudan a entender cuanto me queda por aprender. Agradecida

  2. Muchas gracias, María.
    Tus reflexiones, claras y profundas, me ayudan a entender un poco mejor algo tan complejo como el karma.
    Feliz día.

  3. Felicidades por el artículo, lo he sentido muy próximo. Muchas gracias por compartir!!

  4. Cuando quise escribir sobre mi historia espiritual, pude escribir en el pasado y en el presente, pero quedo en blanco la página del futuro porque entendí que dependía de lo que sembrara en el presente y soltara del pasado. Así entendí que el karma lo voy construyendo con mucha sabiduría…

  5. Muchas gracias por tu aportación Nuria. ¡Qué bonita la visión de que dada día nos ofrece algo que aprender!

  6. Muchas gracias por tu comentario Gloria. ¡Feliz día!

  7. Muchas gracias a ti Susana por tu comentario

  8. Asi es Laura. Muchas gracias por tu reflexión.

  9. Asi es Laura. Muchas gracias por tu reflexión

  10. Muchas Gracias Maria. Tus reflexiones me resultaron cercanas y muy esclarecedoras. Tambien anhelo cada vez mas habitar lo absoluto por sobre lo relativo y tomar tu ejemplo de tener presente la imagen del maestro y de volver alli cada vez que nos «encandile» lo relativo, me resulta muy util.
    Te mando un abrazo y un gracias muy grande.

    Julieta

  11. Me alegrobde que te haya sido útil Julieta. Un abrazo grande.

  12. Me alegro de que te haya sido útil Julieta. Un abrazo grande.

  13. En un intento por simplificar el concepto, para mi el karma es como el saldo de mi cuenta bancaria, un resultado, positivo o negativo. En nuestro caso, energia, no dinero.
    Difícil precisar cuanto mérito aporta cada acción, positiva o negativa.
    Tampoco tengo claro, que heredemos un karma anterior, aunque podría ser ético y defendible filosóficamente.
    En todo caso, creo que lo mejor es perdonarse por el karma pasado y generar día a día merito, convertir nuestro saldo negativo en positivo. Intentar fomentar nuestras virtudes y esperar con ilusión y contento la llegada de la bodychitta absoluta.
    Así entiendo el karma querida Maria.
    Gracias por tus letras, con más contenido del que pueda yo abarcar.

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